-Al final la conchuda me hizo un favor.
-Y qué sentis?
-No se, es una cagada. Por un lado, me parece bien. Por otro, no..
-Es normal, es por el impacto. Cuando te caiga la ficha te vas a querer matar.

A todos nos gusta que nos miren. Siempre y cuando, estemos atravesando uno de esos momentos parecidos a la felicidad.
Pero estan los otros momentos, que son mayoría, en que la felicidad parece inalcanzable.
Y ahí, la mirada del otro se vuelve insoportable, porque el otro a veces no entiende o ve mal y nos condena.
La mirada del otro nos define, nos importa, mucho nos importa. Pero por qué nos importa?
Esta noche, siento que puedo estar parada en uno de esos momentos parecidos a la felicidad.
Esta noche no voy a mirar, no voy a ser el otro.